Más de lo Peor

Cada día que pasa me hago más viejo. Aunque para evitar la perogrullada, debería decir que "Cada día que pasa, me siento más viejo...".

Y no, no se trata de una entrada [pse(s)udo]filosófica. ¡Ya quisiera!

Es más de lo mismo. Más de lo Peor. Más de la Mierda habitual.

Cada año me hago la misma pregunta. ¿Para qué narices (léase con siete letras diferentes) cojo unos días de vacaciones si el puñetero (léase con cuatro letras) regreso me deja (muchísimo) peor que cuando me fui?

La ida fue una sorpresa muy agradable. Han abierto (ya era hora, por otro lado) el tramo de autovía de Reinosa, con lo cual ya se puede ir de Aguilar a Santander por autovía.

Pero la vuelta... ¡Ah, la vuelta!

Recapitulemos y resumamos:

S-Bu: 3 horas.

» Atasco en Torrelavega.

» Atasco en Reinosa (en realidad, antes, durante y después de esta localidad).

Bu-M: 3 horas y media largas.

» Atasco en Somosierra, a 100 Km. de Madrid.

Como es habitual en este país de pandereta, mucho guardia civil que no sirve para nada (excepto para que el coletivo siga pisando el freno absurdamente y sin sentido), mucho helicóptero para sacar imágenes con las cuales solazarse y deleitarse luego en el telemurgario y mucho panel ¿informativo?

Sí, señores, otra vez el problema de los dichosos (vuelva a pensar con cuatro letras) paneles.

A saber:

"Retenciones hasta Km. 80".

Bien. "No es mucho, dado que estamos en el 100" (lamentablemente, así es como se piensa cuando vives en este puto infierno de ciudad -ahora le evito pensar en las cuatro letras-).

Pero... ¡Oh! Llegas al octogésimo kilómetro y... ¡Tachán! » "Retenciones esporádicas hasta Km. 36".

Acudimos al oráculo http://buscon.rae.es/draeI/ y encontramos:

esporádico, ca.
(Del gr. σποραδικός, disperso).
1. adj. Dicho de una enfermedad: Que no tiene carácter epidémico ni endémico.
2. adj. Dicho de una cosa: Ocasional, sin ostensible enlace con antecedentes ni consiguientes.



Las esporádicas retenciones eran en realidad parones cada 3-5 Km.

¿Y qué me dicen del carril adicional? No estaba por ningún lado. Apareció al final, en Pedrezuela. No después de haber pasado el puerto, ni en Buitrago (Km. 70), ni La Cabrera (Km. 60)... ¡No! En Pedrezuela (Km. 45), cuando se lo podían haber metido por salva sea la parte.

Eso sí, mucha campaña estúpida pagada con mis impuestos, mucha recomendación de tranquilidad, muchos consejos de precaución...

Pues tirarse 7 horas metido en un ♣○↕§ bote con ruedas, cansado, con la tensión a 20/15 y hasta los mismísimos de todo no es la mejor receta.

Así que, para el próximo año, la campaña podría ser:

"Cosas que hacer el último día de Semana Santa:

[1] Al soplapollas que escribe los rotulitos, enseñarle español y/o enseñarle a no mentir.

[2] Al hijo de la gran puta que decide cuándo y dónde montar el carril adicional, obligarle a comerse un Aranda-Madrid en 12 horas, para que vaya entrando en ambiente."

Por supuesto, los otros hijos de Satanás (sí, saben de sobra que me refiero a la mejor compañía ferroviaria de este quinto mundo) han llegado hoy con 11 minutos de retraso (ya saben, de un recorrido teórico de 37 -por cierto, dos minutos más que lo que se supone que tarda el AVE de Madrid a Segovia- se pasa a 48').

Para empezar con alegría la vuelta al trabajo.