jueves, 13 de septiembre de 2007
"Ná de ná" (o algo sí)
Se acabaron las vacas.
Vuelta a los atascos y/o los retrasos de la gentuza de Renfe, a gente y más gente, chuchos diseminando sus inmundicias por las calles, ruido, contaminación, la mierda del trabajo...
¿Y las vacas? Pues psé. Finalmente, la rotura fibrilar ha estado dando por saco y no he podido disfrutarlas a tope.
He ido a surfear todos los días menos el viernes, pero a cambio he tenido un par de días con sesión doble. Pero entre las molestias y el miedo, tardaba mucho en la puesta en pie y todo lo que he hecho ha sido "espumear"; de coger olas y surfear de verdad como había logrado ya en un par de ocasiones (mis dos primeras olas), "na de ná". Habrá que dejarlo para Navidades.
He estado toda la semana con el LongBoard duro (gracias, Juan, algún día te pondré un monumento (ESS), excepto el último día, que cogí una 7.5 azulona, a ver si se obraba el milagro. Pero no fue el caso.
En la parte positiva, he empezado a girar (sin alardes) con el LongBoard, que en su día me parecía inmanejable. Y además, le estoy sacando el jugo al longboard. Cada vez me gusta más el "tablonazo", sobre todo cuando voy viendo que se puede evolucionar y puedo hacer cosucas. Que saber que se pueden hacer, no tengo más que ver vídeos o contemplar a los machacas en la playa.
Para colmo de males, me ha tocado ver por vez primera en quince años a Liencres como un plato. Y no uno, sino varios días seguidos ¡¡¡Tres días con bandera verde!!!
De hecho, la prueba del campeonato mundial de chicas se suspendió hasta el jueves porque no había olas. Y no, tampoco vi ninguna de las mangas. Ya digo que no han sido las mejores vacas...
Y de correr, ni hablamos... ¿Sabré trotar cuando retome las zapatillas? ¿Volveré a coger sensaciones? Lo que es peor, no tengo ningunas ganas de volver a los entrenos, y la mente la tengo puesta permanentemente en el mar y la tabla.
Hace un par de días leía en un foro de surf un hilo acerca de Cantábrico vs Mediterráneo, y la frase más acertada era la de un forero mediterráneo que decía que por lo menos tenían mar y de vez en cuando podían coger alguna ola, que no quería ni pensar lo que sería estar en el interior sin mar. Pues yo lo sé, y no es nada agradable, os lo aseguro.
En fin, al tajo. Y feliz regreso a todos. :-)
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