lunes, 8 de octubre de 2012

El Sentido del Correr

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Anular la Mente para liberar el Alma.

Siempre nos hacemos, nos hacen y hacemos a los demás la misma pregunta.

¿Por qué corremos?

Y surgen multitud de respuestas, infinidad de motivos, un tropel de causas variadas.

Todos las sabemos, las hemos oído y compartimos unas cuantas o bastantes de ellas.

Hay un primer nivel, el inmediato, el pragmático, el Fisico: por mantenerse en buena forma, para no echar barriguita o para perderla, para lograr una marca o mejorar la existente...

A renglón seguido viene un segundo nivel, el Mental: para darle una o muchas vueltas a los problemas que nos tienen preocupados, para buscar soluciones, para expulsar la bilis del día a día, para no acabar locos o cometiendo una locura...

Después viene un salto cualitativo. El nivel Espiritual. Para sentirnos libres, para desconectar, para volver a conectarnos con el homínido  que una vez fuimos, para disfrutar de la Naturaleza, para estar a gusto con nosotros mismos, para reencontrarnos...

Y después viene el salto cuántico. El Nirvana. Ese día en que vuelas; en todos los sentidos. Tu cuerpo se desplaza con absoluta libertad, con una facilidad de gestos nunca experimentada, no miras el reloj porque ni te acuerdas de que llevas reloj, no eres consciente de que estás corriendo y sin embargo sabes que vas rápido sin esfuerzo alguno, una certeza que no proviene de ningún pensamiento racional ni razonado, porque lo único que te invade es una sensación, un sentimiento de absoluta felicidad, de absoluta libertad.

¿Cuántos días así has tenido en tu vida deportiva? Más difícil ¿Alguno en competición? Pidamos lo imposible ¿Y en tu vida?

Hagamos posible lo imposible.

Anula tu Mente y liberarás tu Alma.
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2 comentarios:

Carlos dijo...

Un día. Sólo un día he sentido ese Nirvana corriendo. Y fue hace más de treinta años, una tarde de niebla, en otoño. Ese día me sentí volar...

Amamower dijo...

Bueno, bueno, Carlos, me has destrozado mi estadística de no comentarios. X-DDD

Gracias. ;-)

Pues sentirlo una vez ya es una bendición. Nuestros entrenos deberían orientarse a lograr estas sensaciones, y no las marcas. :)