miércoles, 27 de mayo de 2009

La última en pie

.

.

Se yergue majestuosa, con esa pátina de desdén por lo superficial que dan los años.

Solitaria, sabedora de que sus semejantes hace tiempo que desaparecieron para no volver, deglutidas y vomitadas como humo y cenizas por la historia.


Sabia, conocedora de secretos que se perderán en el espacio de Cantor una vez que ese último eslabón caiga en el vacío.


Inmóvil, como el borracho que sabe que el menor movimiento supondrá el abandono de ese frágil e inestable estado de equilibrio.

Cuerpo robusto, cincelado por la mano de un artista, puro arte adobado por las décadas.

Piel grisácea, arrugada y maquillada por siglos y siglos de azotes, castigos y contaminación.

Te contemplo todos los días al pasar por delante de tu escaque, con esa mezcla de angustia y ansiedad que provoca la certeza de la muerte, mientras tú, ajena a lo inexorable, te dedicas a otear desde tu altura un horizonte en busca del pasado que ya nunca será.

--------
Dedicado a RGP, quien me dió la idea, una vez más.

Y dedicado a "La Columna", que a duras penas sobrevive al lado de la M-30, según se sale del túnel hacia el Nudo Sur. Mi incultura es la incultura general, pues tampoco he encontrado referencias en Internés.

.

lunes, 18 de mayo de 2009

2009-05-09~­­­­­­10 Madrid » Torrejón de Ardoz » Challenge Nacional 24 horas [II]

.

"El Culpable" y Adolfo, en Las24
.
Las circunstancias mandan, por lo cual supongo que, una vez más, saldrá una crónica sentida pero sin sentido.

» Primero, lo obligado, antes de que se me olvide. Son una maravilla la gente Ñ. Dedicación, entrega, profesionalidad, savoir faire, planificación, cariño, generosidad... Lo que te venga a la cabeza, si es positivo, lo puedes insertar aquí.

Los Pacos, Spnjrd; Charo & company toda la noche en el puesto de avituallamiento y el resto del equipo perfectamente engranado...

Chapeau! Y van con ésta... Gracias de todo corazón.

» Igualmente obligado es dar la enhorabuena a todos los que tuvieron el valor de plantarse en la línea de salida de una prueba de estas características.

No se trata de hacer kilómetros ni de conseguir marcas...

Se trata de superar tus miedos, buscar tus límites, intentar ir un poco más allá, aprender a conocerte, descubrir nuevas sensaciones...

» Y hacer mención especial a Josete.

Le conocí el año pasado en la primera edición, y ya me asombró profundamente esa manera de mantener la sonrisa y apoyar animosamente, una y otra vez, vueltra tras vuelta.

Este año volví(mos) a gozar de su sonrisa diáfana. Mientras otros, con el transcurso del tiempo y los kilómetros, acabamos por componer un gesto que remotamente semeja una sonrisa, Josete permanecía con la sonrisa limpia, el gesto siempre franco y amigable.

Cuando finalizó la prueba di la mano y la enhorabuena a todo aquél con quien me crucé, pero con José no pude por menos que darle un abrazo. Lo cual, para un antisocial y, sobre todo, un tímido patológico, son palabras mayores. Pero cuando te sale de dentro, por algo será.

Por cierto, me llevé una sorpresa y una alegría cuando le vi subir al podium por el Campeonato de Madrid. ¡Enhorabuena, Monstruo!

» De la prueba, retazos que van viniendo al cabezón:

* Meteorología diversa. Por segundo año consecutivo (dos de dos), el Tiempo endureció una prueba ya por sí misma exigente.

No obstante, para lo que fue la semana y lo que se preveía, yo me doy con un canto en los dientes. No sólo aguanté, sino que la lluvia matutina obró el milagro de los panes y los peces.

La jornada matutina del sábado fue soportable y la brisa y las nubes ayudaron a mitigar en parte el calorazo de las fechas previas. Viento y lluvias acompañaron la tarde-noche.

La jornada matinal del domingo amaneció con una fuerte lluvia, tras la cual vino el bochornazo por la humedad ambiental y el castigador sol posterior.

* De los AR, sombrerazo.

El partidario Adolfo se marcó 117,208 km. aun a pesar de una ampolla que abarcaba todo el talón. Cuando digo todo, es todo y un poco más, como demostró ¡al superar la extensión del Compeed!. Disfrutamos además con una clase práctica de cirugía menor, jeringuilla mediante, para sacar el líquido y sustituirlo por Betadine.

En fin, que con una ampolla de superficie una cuarta parte de la de Adolfo, servidora hubiera abandonado ipso facto.

JI, ese Ñ.AR, ese híbrido de Ñ y AR, que no participó como AR por cuestiones pecuniarias (lo cual imposibilitó conseguir el tercer puesto por equipos, por cierto) también dio la de cal.

Lo que se puso bastante mal a media tarde (dolor de pecho intenso y una siesta que no se la salta un pasiego) acabó por ser una fiesta para JI. Pedazo marca, con 111,989 Km. Aun cuando en su bitácora confesara con antelación que su propósito era irse hasta los 120 km., gocé con su recuperación, trote incluido las últimas horas.

* Yo, 133,965 km. Me quedé en Carabias (SG), a unos 26 km. de Aranda y a unos 16 km. de la cifra redonda de los 150 km. (Spnjrd ya se me adelantó con un recorrido teórico por la N-V, pero yo todas las referencias las dirijo hacia la N-I, donde habré pasado ya media vida sin exagerar un a´pice).

Como buen atleta español, me toca entonar una vez más el "No pudo ser". X-DDD

Chorradas aparte, ya me puedo dar con un canto en los dientes o un manotazo en los morros.

El mundo del UltraFondo sigue siendo un terreno inexplorado y casi virginal, así que tardaré unos años en acoplarme y cogerle el tranquillo.

La cuestión es que bien está lo que bien termina, porque el día no apuntaba maneras ni me encontraba para tirar cohetes. La verdad es que anduve, anduve y anduve, y de tanto andar casi que andé.

A diferencia del maratón, donde los años y las pruebas han marcado unas pautas y unas reglas, aquí el desconocimiento es total. No sé si andar, si alternar x vueltas andando y x vueltas trotando, si alternar periodos de tiempo, si realizar paradas técnicas para estirar y airear pies cada media hora, cada hora o cada cuatro horas...

Así que ya digo, andar hasta aburrir a las ovejas, que es lo que se me da bien. Así dejamos transcurrir las horas, mientras aprovechamos cualquier excusa para desconectar (comida, avituallamiento, paradas...).

La noche se echa encima, y con él el cansancio. Volvemos a reagruparnos Adolfo, JI y Acabadus. A JI se le ha olvidado el reproductor de música, y lo lleva mal. Intenta que fluya la conversación, pero nunca me ganaré la vida como orador, y menos con unas decenas de kilómetros en la saca y un sueño atroz. El intento de arrancarse con unos chistes es incluso peor.

La noche se hace larga, casi eterna. Los kilómetros parecen estancados, y parece imposible que en algún momento vayas a llegar al centenar. Cuando llego al octogésimoalgo kilómetro (creo recordar) no puedo más. Estoy cargado de piernas y tengo que descansar. Me echo unos 25 minutos a ver si recuperamos. Nop.

Me levanto en plan Robocop, y hasta que la musculatura va cogiendo tono las sensaciones son horribles. Creo que en este intervalo me lanzo a por los 100, hecho que sucede cuando la luz ya ha hecho acto de presencia con el nuevo día (más tarde que el año pasado, en el cual llegué a los 100 todavía de noche).

Así que después de la vuelta al ruedo y al circuito con la banderita vuelvo a claudicar. Esta vez pongo el despertador más allá, hasta la hora de descanso. A los 50 minutos me despierto y me levanto. Unos atletas comentan que está lloviendo fuerte y que esperarán para salir.

¡Ésta es la mía!, pienso, luego existo. Y, efectivamente, el descanso ha sido un poco más reparador y la lluvia, cual maná, me despierta y me tonifica. Aquí experimento los mejores momentos; me pongo a trotar a buen ritmo, estoy disfrutando... ¡¡¡Hasta comparto vuelta y media con Josico, el líder y posterior ganador de la prueba!!!

Luego desaparece la lluvia y desaparece el encanto y el encantamiento. Pero el cerebro ha cambiado el chip, y a pesar de la humedad tras la lluvia primero y el sol abrasador más tarde, intento alternar trote con marcha.

De esta manera caen los 120 Km., que ya está pero que muy bien. Pero me acuerdo de Yoku, quien me ha comentado su propósito de los 3 maratones, y me parece una linda cifra. Sigo haciendo cálculos, vueltas a realizar, kilómetros que me faltan, tiempo que resta...

Una vez alcanzado el objetivo, seguimos apurando hasta el pitido final, donde los jueces marcan 133,965 Km. La verdad es que no está nada mal. 25º de la Clasificación General (y hubiera cuarto en el Campeonato de Madrid, si hubiese estado federado :-) ).

Muy cansado, una paliza de muy señor mío, pero con la adrenalina de la marca y de poder haber imprimido cierto ritmillo las últimas cuatro horas.

La ceremonia de entrega de trofeos, bajo un castigador sol, me provoca un punto de nostalgia y decepción, al ver que los All Runners nos quedamos sin recoger trofeo por equipos , dado que Jenaro y RGP se cayeron este año de la convocatoria.

En cualquier caso, muy bien. Muy buena marca, otra experiencia, y el cuerpo que no acabó excesivamente castigado. El domingo por la tarde saló con la familia a dar un voltio por el barrio, los días siguientes los 4 km. hasta casa de RGP para irnos a trabajar, piragua por la tarde el lunes, martes y miércoles, el jueves 50' por el Arroyo Lazarejo (que no estaban programados, pero surgió) y el domingo 01h 50m de Valdemanco hacia Mondalindo (aunque me quedé a 1.600m., porque no tenía tiempo para más).

En cualquier caso, habrá que parar un poco, porque el cuerpo me está enviando señales, y es recomendable hacerle caso.

Si ha llegado hasta aquí, diré como disculpa que he escrito la crónica a salto de mata, cinco minutos ahora, tres minutos al día siguiente...
.

jueves, 14 de mayo de 2009

2009-Mayo » Buena semana para el K-1

.

.
Aprovechando el parón post-Mapoma, he conseguido engarzar una serie de 5 días seguidos dándole a la pala, todo un récord (esta semana habré conseguido salir a palear cuatro días tras Las24 de Torrejón).

La verdad es que, a diferencia de lo que me ocurre con el correr, donde tanto las marcas como las sensaciones parecen (están) estancadas, aquí las sensaciones son muy buenas y la mejora va siendo paulatina y constante.

Así, la racha piragüista tras el maratón de Madrid se puede traducir a resultados (fecha, km., tiempo, ritmo medio, vuelta rápida):

2009/04/27 » 6,000 » 40:03 (MMP) » 06:40 (MMP) » 06' 03"
2009/04/29 » 6,000 » 40:59 » 06:50 »
05' 59" (MMP)
2009/05/03 » 10,478 » 01:14:18 » 07:05 » 06' 22"
2009/05/04 » 6,000 » 39:59 (MMP) » 06:40 (MMP) » 06' 03"
2009/05/05 » 6,000 »
39:54 (MMP) » 06:39 (MMP) » 06' 01"
2009/05/06 » 8,000 » 58:24 » 07:18 » 06' 23"
2009/05/07 » 6,000 » 40:47 » 06:48 » 06' 04"

.

Don Francisco

..

Don Francisco solía golpear fuertemente la manta raída en una tanda de cinco manotazos bien dados, para después quedarse absorto contemplando cómo la espesa nube de polvo iba desvaneciéndose en la nada.

Siempre lo había considerado una metáfora vital. La de esa vida, su vida, que no lograba sacudirse de encima. Los mismos pensamientos se dejaban deslizar suavemente, cual saloma de un marinero perdido, por su mente recién despierta. Esas ideas que conformaban el sempiterno monólogo mientras subía, a temprana hora, hacia el Parque del Buen Retiro, buscando esa fuente donde asearse mínimamente sin que apenas nadie le dirigiese una mirada despectiva.

Don Francisco, en cualquier caso, no era un cualquiera, entiéndame, no lo digo en plan despectivo. Era una persona bien formada. Su licenciatura en Psicología dan fe de su formación académica. Tanto como su trabajo durante más de dos largas décadas, tan largas que duraron dos suspiros, en una empresa de mediano tamaño y cierta reputación.

Pero cuando la crisis extendió su manto cual peste de la sociedad moderna, él fue uno de los damnificados. La empresa, esa que exige llevar su nombre en nuestra frente como si fuera la foto de nuestros hijos o el escudo de nuestro equipo, consideró que un psicólogo en la empresa era una futilidad tan innecesaria como onerosa.

Y cuando las cosas se pusieron feas y el fin del estado del bienestar y la comodidad empezó a asomar por el horizonte, su mujer decidió que lo que ha unido Dios bien lo puede separar un bolsillo vacío y una despensa en cuadro.

Así que en esas estaba Don Francisco, día tras día. Rememorando lo que fue y siempre sería así. Porque la vida es una sucesión de puntos de inflexión, y somos incapaces de reconocer aquéllos que, súbitamente o poquito a poco, se convierten en un punto de no retorno.

Don Francisco, en cualquier caso, no era un vagabundo al caso, entiéndame, no lo digo en plan despectivo. No sabía si por principios, o porque a veces los hierros de la educación tejen una valla imposible de saltar, pero él nunca recurrió al hurto. Ni siquiera una pieza de fruta en el cercano mercado de Pacífico. Él intentaba acudir a los comedores sociales, y cuando la situación lo imponía y se imponía, lo pedía. Pedir era una vergüenza, sí, pero no tanto como robar.

Tampoco recurrió a la mendicidad, entiéndame, no me refiero a la medicidad pura y dura. Pedir por pedir, que al fin es pedir para comer. A él, que tantos años le habían estado denegando trabajo, le gustaba mantener el cerbro despierto y las manos activas.

Y aun cuando lo que mejor se le daba era escribir, nunca, ni una sola vez, recurrió a aquello de escribir poemas. La Poesía era algo íntimo, un brote del corazón germinado en palabras. Y, por supuesto, era mucho más que una rima ridícula para obtener unos céntimos.

En su lugar, se dedicaba a dibujar. Siempre había sido una nulidad con el lápiz, pero el ineludible pasar de los años le había dado la oportunidad de desarrollar un estilo propio, tan peculiar como resultón. Y, una vez a la semana, se dedicaba a hacer nudos marineros con cuerdas que le proporcionaba el ferretero del barrio.

En fin, podría contarles cien, o mil, o quién sabe cuántas cosas más acerca de Don Francisco. Ayer murió, sin que a casi nadie le importase demasiado, entiéndame, lo digo por no decir absolutamente nada. Quizás a Doña Luisa, esa viuda del segundo que no puede dejar de pensar que, en otras circunstancias... O Don Anselmo, ese sexagenario jubilado coleccionista de sellos de Indonesia, que le proveía con asiduidad de lectura y cada cierto tiempo de ropa, con ese extraño y desasosegante sentimiento de que bajo otras circunstancias bien podrían haber estado los papeles intercambiados.

No a ciencia cierta a su mujer, que pronto encontró otro nicho de burguesía donde guarecerse, o a sus tres hijos, que ahora podrán decir a sus amigos mientras juegan a la play que su padre murió, sin sentir en el estómago la picadura del aguijón de la mentira fabricada y consentida.

Don Francisco, another day in paradise, pero usted ya lo estará viendo desde otro lugar...
.
Foto original tomada de
http://www.hwupdate.org/update/2008/03/action_alert_stop_the_hrsa_hou.html

.